Algo que llevaba pensando hace tiempo, después de
hablar del asunto con muchos compañeros traileros, y que unos cuantos me
animaron a dar el paso y escribirlo… y aquí está, por lo menos el principio.
Esto no será un lugar para dar recetas mágicas de cómo hacer
una ultra, ni cómo hacerla en los tiempos estratosféricos en las que los hacen
los más rápidos, para eso hay mucha gente más preparada que os podrá orientar
mucho mejor, aunque en esto de la ultradistancia hasta Luis Alberto Hernando
preguntó un día que como es que se entrenaba tal cosa, y si lo pregunta él…
Este es un lugar
donde se intentará cambiar el pensamiento único de que para correr sólo hay una
forma de entrenar, la de los profesionales, que no es que esté mal, el que
pueda entrenar como ellos y sacarle el mismo rendimiento bendito sea. Pero la
realidad es que esos afortunados son muy pocos y los que lo intentamos, incluso
consiguiéndolo en algún momento estamos muy poco tiempo en ese estado, y
podemos acabar por dejar de practicar el deporte que en principio tanto nos
gusta.
Esto último lo he visto excesivas veces desde que empecé a
correr por asfalto, al principio a todos nos entusiasma, hay mejoras que nos
ayudan a mantener el ritmo de entrenos, conseguimos algunos objetivos… pero
tras esa consecución cuesta un mundo volver a empezar en la temporada siguiente
para tener ese nivel de exigencia, y si encima en esa nueva temporada no se ven
mejoras y resultados palpables al final se llega a la desidia y por último a
dejar de correr.
Aquí para los que hemos descubierto la ultradistancia se nos
abre un mundo nuevo y extenso, ya no sólo hay 10, 21 y 42, hay una inmensidad
de métricas, desniveles y dificultades técnicas para las que es muy difícil
llegar a conseguir un objetivo sin que haya otro mayor esperándonos. Esto claro
está, haciendo la progresión de una manera lógica, no pasar de una carrera de
60 a una de 240 km de sopetón, porque eso ya no es perder objetivos intermedios,
si no peligroso para la salud y aquí de lo que se va a hablar es de hacer esto
saludable, es decir, todo lo contrario.
Pues la idea es esa, para los mundanos corredores como un
servidor, populares normales y corrientes, por qué hay que comportarse como un PROpular?,
si es que no tenemos el tiempo, los medios, ni siquiera la condición física
para serlos, e intentarlo nos traerá muchas veces problemas de todo tipo. Y
vuelvo a decir que esto no es para los que por suerte sin ser pros tienen el
tiempo, las condiciones alrededor oportunas y las condiciones físicas, esto va
para la gran mayoría que no lo podemos ser y sin embargo queremos ponernos
objetivos, entrenarlos y correr… pero con otra filosofía.
En esta otra filosofía entra la gente que quiere hacer esto durante
mucho tiempo, los que tienen como personajes objetivo a corredores como
superpaco, de qué nos sirve a la mayoría hacer unos 4 o 5 años todo lo habido y
por haber, a toda pastilla y luego parar?. Será mejor ir haciendo y ya llegará
con el tiempo la mejora, y con ella la oportunidad de hacer una buena carrera.
Y si no es este año seguirá ahí el año que viene para intentarlo otra vez.
Esto de la velocidad (y en tal concepto los que hacemos
ultras incluimos todo hasta casi los maratones) es un poco como lo del moreno,
cuanto antes lo coges antes lo pierdes, y si lo coges despacio más tardas en
perderlo, esto es esta otra filosofía, cultivar la resistencia no tiene que ver
con ponerse un objetivo anual y machacarse un tiempo antes del mismo. Cuando
hacía asfalto si en una preparación de una carrera, échale que 15 semanas, se
te torcía una semana en la que no podías correr por lo que fuera casi se iba
todo al garete, pero en lo pausado que puede ser preparar ultradistancia si por
cualquier motivo no puedes entrenar una semana, no pasa nada, o no nos tiene
por qué pasar nada.
Pues de todo esto iremos hablando, sobre todo para animar a
muchos compañeros de ruta que muchas veces se les ve un poco desanimados por no
conseguir hacer una ultra en buenas condiciones y les parece entonces que esto
será misión imposible. Pues no, es cosa de paciencia, de olvidarse de tener uno
o dos objetivos anuales irrenunciables y que si no es para este año será para
el siguiente.
Y recordad, siempre se aprende más de las carreras que salen
mal.
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